RIGE DEL 28 AL 31 DE DICIEMBRE
Hasta cierto grado, todos somos susceptibles a adorar ídolos, ya sea a través de la búsqueda de fama o a través de la veneración de la riqueza y el poder. Reverenciamos imágenes, especialmente la imagen de nosotros mismos que sentimos debemos proyectar a los demás; cuando no lo conseguimos, manifestamos enfado e ira hacia nosotros mismos y hacia los demás. La ira es la forma más evidente en que se manifiesta la idolatría. Algo externo está controlando nuestras emociones y reacciones.
Llega un momento en que la conciencia espiritual se halla tan embotada, que no podemos reconocer el poder de las klipot sobre las estructuras de la personalidad. Esta se manifiesta en toda serie de pensamientos negativos, temores inconscientes, preocupaciones, estados de depresión, ansiedad, conducta compulsiva, reacciones incontroladas, dependencias y adicciones.
Meditación: Para transmutar estados negativos, de ira, depresión, ansiedad, descontrol... Debemos meditar en este Nombre y llenarnos de su luz, de forma que la negatividad desaparece por su propia incompatibilidad con luz.
Por medio de la Luz de este Nombre, nos liberamos de la fascinación y el poder de los ídolos que controlan al mundo y nuestro mundo interior. La ira en nuestro corazón es purificada y transformada en paz. Nuestra felicidad y paz mental se generan desde el interior.
Sostén material, talento, fortuna y modestia. Concede todo lo que se le pide desde el corazón y que sea para avanzar en el sendero espiritual.
Nos inspira a expresarnos correctamente. Ayuda a corregir las dificultades de expresión verbal. Da buen humor y moderación. Elimina el enfado y la rabia. Protege contra el exceso de ambición. Libera del apego al ego y nos inspira a ser altruistas.
Nos concede paz interior y activa en nosotros la paciencia. Ayuda a lograr la paz.
Salmo 149:4
KI ROTZÉ ADONÁY BEAMÓ YEFÉR ANAVÍM BEYISHÚA
<<Porque el Eterno se complacerá con Su pueblo; coronará a los humildes con salvación>>