Kabaláh Extática y Tzeruf

El Tzeruf

“Por el Tzeruf de las letras de Su Nombre, Dios ha creado todas las cosas. Nuestro antepasado, de memoria bendita, consiguió por el Tzeruf, las letras aprendidas, la unidad total y el poder de todas las formaciones. Consigue igualmente el nivel que le permite modelar perfectas formaciones de formas pensantes. Es por eso que titula su maravilloso libro Sefer Yetziráh

(Sefer Shearim, Abraham Abulafia, s.XIII)

ABRAHAM BEN SHMUEL ABULAFIA, místico revolucionario fundó, y enseñó la Kabaláh Extática, también conocida por los nombres que él mismo la dio en sus escritos: Cábala profética (Kabbalah Nevu´it) y Cábala de los Nombres (e.d., de los Nombres Divinos: Kabbalah ha-Shemot); bajo la primera denominación se alude a un tipo de misticismo que pone el énfasis en la obtención por parte del místico de una experiencia mística concebida como una profecía, es decir: revelación y unión con la Divinidad (debekut); bajo la segunda, a la práctica de recitar nombres divinos y combinar letras del alfabeto hebreo con el fin de alcanzar experiencias extáticas y de comprender los sentidos más ocultos de la Torá.

Nacido en Zaragoza (1240), muere en Corfoce, Grecia (1291). Vivió en Tudela y viajó por Tierra Santa en 1260. Luego se instaló en Italia desde donde viajó a Barcelona y a Grecia en 1271 y 1273 respectivamente.

En 1280 viajó a Roma con el objetivo de convertir al judaísmo al Papa Nicolás III. En Sicilia anunció la llegada del Mesías para el año 1290.

Tomando sus propias palabras: “Nací en Zaragoza de Aragón, que pertenece al reino de Sefarad y siendo todavía un niño de pecho fui llevado, junto con mis hermanos y hermanas, a una ciudad próxima a la de mi nacimiento, a una distancia de 16 leguas; crecí junto al río Ebro, que pasa por las dos ciudades mencionadas (Zaragoza y Tudela).

En Burgos enseñé a dos hombres, un maestro y su discípulo; el nombre del maestro es Rabí Moshé ben Simón; el discípulo es Rabí Shem Tov, un hombre agradable, pero su juventud le impidió dominar el tema. Él y su maestro no aprendieron de mí más que algunos aspectos externos de la cábala.

En Medinaceli tuve dos discípulos: uno era Samuel el Profeta, al que enseñé algo de cábala. El otro, Rabí Yosef Chiquitilla, a quien Dios siga guiando. Tenía una gran inteligencia y logrará, sin duda, grandes éxitos si Dios le ayuda.”

Las enseñanzas de Abulafia y sus numerosos escritos, llegaron a ejercer una influencia fundamental en el pensamiento italiano renacentista posterior, llegando también hasta Oriente Medio y según sostiene el Profesor Moshé Idel, influyendo en las vertientes místicas del jasidismo del Baal Shem Tov en el siglo XVIII.

Para Abulafia el entendimiento de la profecía se encuentra en los escritos filosóficos de Moisés Maimónides (1135-1204), quien a su vez fue influenciado por pensadores islámicos como al-Farabi e Ibn Sina (Avicena), en el sentido de que el profeta alcanza un estado de relación con el intelecto activo. Maimónides definía a la profecía como la unión del intelecto humano con el divino (intelecto puro), provocado deliberadamente por medio de una preparación sistemática.

“Te informo que el verdadero conocimiento del Nombre no se puede descubrir ni en el Sefer Yetsirá solo, aunque conozcas todos los comentarios que se han hecho sobre él, ni en la Guía de los Perplejos, aunque conozcas todos sus comentarios. Sólo lo podrás descubrir cuando los dos tipos de conocimientos de estos dos libros vayan unidos.”

“Todos los secretos de la Guía son 36, y todo aquel que medite sobre ellos…con el fin de aprehender su significado real, será redimido (Libro de la Redención).”

Según Abulafia la Guía de los Perplejos, era en realidad un tratado de sabiduría oculta que él había sido capaz de de-codificar.

SUS PRINCIPALES OBRAS

Manuales de experiencia mística

  • Libro de la vida eterna (Sefer Hayyé ha-Olam ha-Bá)
  • La luz del Intelecto (Or ha-Sékel)
  • Palabras de Belleza (Imré Shefer)
  • Tesoro del Edén Oculto (Otsar Edén Ganuz)
  • Libro del deseo (Sefer ha-Jésheq)

Comentarios a la Guía de Maimónides

  • La Vida del alma (Sefer Hayyé ha-Néfesh)
  • Misterios de la Torá (Sefer Sitré Torá)
  • Libro de la Redención (Sefer ha-Gueulá)

Comentarios al Sefer Yetsirá

Obras proféticas

  • Libro del Signo (Sefer ha-Ot)

FRAGMENTACIÓN

Sabemos que Alef va a crear el “vacío” y en el momento en que crea el vacío aparece el mundo de Bet o “Mundo de la fragmentación”, la diferencia entre ambos mundos es que Alef es el “Mundo de la Eternidad” y del “Infinito”, y en cambio todo en el mundo de Bet es “finito y limitado” de manera temporal.

La última letra que nos marca el límite temporal es la Tav, es la última letra y es la que marca el final del sistema de fragmentación. Más allá del 22 el Alef no se puede ir, ya que Tav es el símbolo de la máxima fragmentación, es la “muerte”, mientras que la Bet es el inicio de la fragmentación. En Tav todos los fragmentos acaban muriendo.

ENTENDER EL SISTEMA

Abulafia se pregunta: ¿qué me permite entender el sistema en cuanto a la comunicación?

Si la letra inicial en el Ain Sof ya es la Alef, si voy del Ain Sof al máximo nivel de fragmentación, la Tav, tiene que haber algo que haga de puente entre el Ain Sof y ese máximo nivel de fragmentación.

LETRAS-OTIOT 

El puente es la palabra Ot-Letra. La letra es la que une la Alef  hasta la Tav, quiere decir que en la palabra “letra”-Ot-, se encuentra el Ain Sof y también la máxima fragmentación.

Abulafia dice: “Es en la letra donde yo encuentro la conexión entre el Infinito y la máxima fragmentación”, y de este modo aparece el “lenguaje”, las letras-Otiot

FRAGMENTACIÓN-UNIFICACIÓN

Abulafia se pregunta: ¿qué sentido tiene seguir fragmentando, si lo que tengo que hacer es ver la energía de unificación que tiene la letra en sí misma?

La propia palabra letra está compuesta de la Alef y la Tav.

Podemos utilizar la letra para irnos de la Alef a la Tav, es decir, para ir hacia la fragmentación. Ahora bien, Abulafia enseña que podemos utilizar la letra para ir de la Tav a la Alef, la Unificación.

CONEXIÓN

En cada una de las letras del alfabeto hebreo es donde podemos encontrar la conexión entre el Infinito Alef y el mundo de la máxima fragmentación Tav.

LA MAGIA DE LA INTERIORIDAD

El camino místico propuesto por Abulafia es una combinación de intelecto y corazón, razón y entusiasmo. 

El propósito es “liberar al alma, desatar los nudos que la sujetan”. El desatar es, en este sentido, el retorno desde la multiplicidad y la separación de la conciencia hacia la unidad original. Es tratar de buscar formas más elevadas de percepción. Para ello hay que atravesar o trascender las barreras que contienen al alma en el mundo sensorial externo y dual. Nos enseña a escuchar la música del pensamiento puro.

LOS TRES NIVELES DEL ALMA Y EL TZERUF

Los acentos son la Neshamáh, las vocales son el Rúaj y las consonantes el Néfesh. (Tiqunei, ha Zohar 7b)

NÉFESH = OTYOT – LAS CONSONANTES
RÚAJ = NIQUDOT – LAS VOCALES
NESHAMÁH = TÉAMIN – LOS ACENTOS DE CANTILLACIÓN

Las combinaciones de las fuerzas de las letras se hacen en la Neshamáh, pasan al aliento por la vocal al Rúaj y sus vibraciones se reparten en la Néfesh.

KABALÁH EXTÁTICA

Forma parte de una larga Tradición.

Es el Arte de comunicar o combinar las 22 letras del Alef-Bet.

El éxtasis no es un trance, es una apertura de la conciencia.

Las 22 letras son el instrumento que vamos a utilizar en meditación, por la visualización de su forma y la vocalización de su sonido.

KABALÁH PROFÉTICA

Cada letra es un Universo en miniatura que se desarrolla por su vocalización.

Un aspecto, una parte de nuestra naturaleza.

Cuando juntamos letras, nos ayudan a construir otro futuro.

Por eso Abraham Abulafia le llamó Kabaláh Profética, no en el sentido de saber el futuro, sino en el sentido de “construir el futuro” con el fin de participar en la Creación del Mundo, construirse uno mismo su futuro; es una forma de libertad.

 DAR Y RECIBIR

Abulafia entendió que dentro de la palabra se encuentra el “dar y recibir”, ya que la vocal está dando y la consonante recibiendo, no puede haber una palabra que solo reciba, porque no tendría vocales. No se puede nombrar ninguna palabra que tenga solo consonantes, porque solo recibiría, pero si no tiene de qué recibir ¿cómo crear la palabra?

VOCALIZACIÓN DE LAS LETRAS

Abraham Abulafia nos enseñó a vocalizar las letras, son muy místicas; va a utilizar 5 vocales fundamentales, que él llama vocales naturales, que permiten vocalizar todas las letras del alfabeto.

Asocia los movimientos de cabeza sobre una base de respiración controlada, es por eso que algunos llaman a esto el “Yoga judío”.

Este lenguaje de vocales naturales produce un lenguaje infantil, un lenguaje de bebé; este lenguaje simple nos permite conectar con el Anciano de los Días.

MEDITAR

Para Abulafia el lenguaje hebreo es una llave. “Las letras hebreas son las llaves que abren las puertas; el momento en que tú estás percibiendo el contenido interno de esa Alef y Tav que construye la letra, ahí estás meditando”.

 

 

ÚLTIMA OBSERVACIÓN

Abraham Abulafia menciona explícitamente que:

Es el estado de conciencia con que hemos de realizar estas meditaciones, lo que importa. Estamos rodeados de la Presencia Divina que nos envuelve por doquier.

GRACIAS AL MAESTRO A. ABULAFIA

YHVH se dirige a mí cuando yo contemplo Su Nombre Explícito en la sangre, y unifica mi corazón separando la tinta de la tinta y la tinta de la sangre.

YHVH me dice:”Que sepas que el nombre de tu alma es sangre y que “tinta” es el nombre de tu espíritu. La tinta de tu padre y de tu madre son los receptáculos de Mi Nombre y de Mi memoria”.

A la escucha de la gran separación entre mi alma y mi espíritu, una cascada derrama una inmensa alegría y se que mi alma es una presencia coloreada enun espejo de tierra, como de sangre, y que mi espíritu es una presencia coloreada en un espejo ennegrecido como la tinta.

Una guerra intensa en mi corazón opone la sangre y la tinta.

La tinta ha salido de la ceniza y la sangre ha salido del soplo.

La tinta vence a la sangre. Y el Shabat domina sobre la totalidad de los días.

 

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