La Toráh
El día 12 de abril estuvo de nuevo con nosotros Juli Peradejordi compartiendo momentos de sabiduría. Una conferencia especial, fue una "reconexión" con el mundo de la Toráh, espiritualidad pura.
Aquí os dejamos algunas pinceladas de la conferencia.
"Me gustaría en esta charla elucidar, en la medida de lo posible, qué es la Torah.
Imagino que cada uno de nosotros tendrá una idea o una concepción personal de qué puede ser.
Para algunos será un rollo, para otros una piedra preciosa. Para otros será luz. En realidad será como un espejo de nuestra propia alma.
Voy a basarme principalmente en fuentes heterodoxas: el Zohar, los cabalistas y la guematria, sin despreciar las ortodoxas como son el Talmud o los textos de los sabios de Israel".
"La Torah es un texto oscuro, paradójico, a menudo contradictorio, de una complejidad y una amplitud tan ininteligibles como inexplicables. Uno se siente como una pulga explicándole a otra pulga la inmensidad del universo. Y es que la Torah no se dirige precisamente a la inteligencia del hombre caído, carnal, terrenal, lógico y racional, sino a aquella memoria profunda, herencia de Adán, que yace más o menos dormida en el interior de cada uno. Por esta razón el hombre caído nunca podrá penetrar ni explicar satisfactoriamente los misterios de la Torah. Sin embargo, el mismo texto bíblico exhorta al lector a que “no olvide su Torah” y “guarde sus encomendanzas en el corazón” ya que éstas le darán “largueza de días y años de vidas” (Prov. III-1). Porque la Torah tiene mucho que ver con el recuerdo, con la memoria profunda".
Personalmente, de todo lo que he leído acerca de qué es la Torah, hay un pasaje del (Zohar II-90) que me parece particularmente esclarecedor. Es algo largo, pero voy a leerlo.
“Cuando la Torah aparece fuera de su estuche y se esconde inmediatamente de nuevo, lo hace sólo para aquellos que la conocen y tienen confianza en ella, pues la Torah es como una amada bella y bien hecha, que se esconde en una pequeña habitación retirada de su palacio. Tiene un único amante, que nadie conoce y que permanece oculto. Por amor hacia ella, este amante pasa siempre delante de la puerta de su casa y, buscándola, mira por todas partes. La amada sabe que su amante va y viene sin parar delante de la puerta de su casa, y que mira por todas partes buscándola, sabe que el amante asedia constantemente la puerta de su casa. ¿Qué hace (ella)? Abre una pequeña hendidura en la habitación oculta en la que se encuentra, y por un instante desvela su rostro al amante, escondiéndose inmediatamente de nuevo".
EN LA TORAH NO HAY ANTES Y DESPUÉS
La Torah está por encima del espacio/tiempo. La Torah es eternidad. Uno de los grandes misterios de la Torah es que antes de que ésta fuera entregada y de que las Mitsvoth fueran determinadas, Abraham ya la conocía y cumplía. Ello es, entre otras cosas, porque “no hay antes y después en la Torah” (Pesajim 6b), pero sobre todo porque Abraham encarna de algún modo a la Torah y las Mitsvoth en su totalidad.
"....Notemos que se trata de “entrar”, no de “asistir” o de “participar”, como si el Shabbat se refiriera más a un lugar o incluso a un estado de consciencia que a una reunión. En cierto modo en la Torah también hay que “entrar”.
Pero de alguna manera ambas palabras, “carne” y “vino”, también aluden a la Torah, a dos estados de la Torah. “Carne” a la Torah escrita, y “vino” a la Torah Oral.
El Shabbat, en el que se “entra”, es, por otra parte, una prefiguración del mundo por venir. La “saciedad” a la que se está aludiendo y que tiene matices de “pacificación” o de “plenitud”, es en realidad una referencia a la unidad entre la Torah Escrita y la Oral, una unidad difícilmente perceptible desde este mundo, pero evidente en el mundo por venir.
Esta unidad está representada por el Ejad (אחד) del que hablamos antes".
NOCHE Y DÍA
En un delicioso pasaje de los Pirké de Rabbí Eliezer (cap. 46, fol. 109 b) aprendemos que Dios le transmitió a Moisés la Torah escrita de día y la Torah Oral de noche. A partir de aquí podemos deducir algo muy importante: si la Torah escrita es oscura, la Oral lo es mucho más.
¿Cómo podemos darles luz?
Por medio de la Cábala.
Si calculamos la guematria de
Kabbalah (קבלה), vemos que es 137.
Si calculamos la guematria de día
y noche, Iom veLaialah (יום ולילה),
vemos que también es 137.
EL ESTUDIO DE LA TORAH
Rabí Nahman de Breslev enseñaba que el estudio de la Torah lo supera y lo engloba todo, siendo superior incluso a la profecía. Este maestro aconsejaba “orar, estudiar, orar”.
En este orden. ¿Por qué?
Orar al Eterno para que retire los obstáculos que nos impiden estudiar.
Estudiar la Torah.
Orar al Eterno para que pongamos en práctica lo que hemos estudiado.
Rabbí Nahman tambíen aconsejaba “recorre todos los libros sagrados durante tu vida. Cuando hayas visitado todos los rincones de la Torah, en el mundo venidero podrás alardear de tus numerosos viajes, como esos grandes viajeros que siempre hablan de los lugares exóticos que han visitado”.
llevo años estudiando cada día la Torah, y siento que en ella se encierran todas las respuestas posibles, pero mi mente consciente no alcanza a profundizar todo el abanico de sabiduría que en ella se encuentra.
¿Cómo podría progresar mas que por mis propios medios?