RIGE DEL 3 AL 7 DE NOVIEMBRE
Cuando queremos lograr el verdadero éxito, sin ningún desagradable efecto secundario, debemos reconocer que toda buena fortuna se origina en la Luz del Creador. Si creemos que somos los únicos arquitectos de nuestro éxito, los verdaderos creadores de nuestra prosperidad, estamos adorando al ego y pasando por alto el poder de la Luz.
Nos da el poder de la prosperidad y del bienestar. Da salud y plenitud. Nos da fuerza y vigor para ser servidores de la Luz, para enseñar a discernir entre el bien y el mal. Rebaja a los malvados y orgullosos y eleva a los humildes. Aporta facilidad para el aprendizaje de cualquier cosa que queramos aprender. Atrae la prosperidad material.
Salmo 33:22
YEHÍ JASDÉJA ADONÁY ALÉNU CAÁSHER YJÁLNU LAJ
<<Que Tu benevolencia Señor, esté sobre nosotros, así como hemos tenido esperanza en Tí>>